Esta acción sonora contiene tres relatos sonoros improvisados, separados por sus contenidos pero unidos por la idea de memoria, que se manifiesta en las huellas que los recuerdos imprimen. En Sis temes a la memòria, se trata de nuestros propios recuerdos. Pero en Molly Bloom, que procede de Ulysses, de James Joyce, o en Molloy-Ahora, que se basa en Molloy, de Samuel Beckett, las tramas hacen referencia a recuerdos y vivencias experimentados por personajes literarios ficticios en estados de conciencia alterados.
Memoria es una propiedad universal de los seres vivos y hasta de la materia inerte. En el caso de los humanos, se trata de una habilidad que nos forja y nos transforma a lo largo de nuestra vida. Por momentos, sin razón aparente, o al menos sin darnos cuenta de las razones, procedentes de las profundidades de la memoria, los recuerdos afloran a la superficie. “No percibimos más prácticamente que el pasado, siendo el presente puro el imperceptible progreso del pasado…” ( Henri Bergson, Materia y memoria ). Entonces, estas sensaciones y afectos, estados emocionales provocados por algo que está pasando en el presente, despiertan las grietas, rupturas, heridas, tanto como recuerdos felices aunque nostálgicos. El discurso sonoro de este álbum ha sido cuidadosamente ajustado a estos contenidos, con la intención de ser compartidos en la esfera pública en el contexto actual, particularmente turbulento e inestable.
Molly Bloom
El personaje imaginario de Molly Bloom creado por James Joyce en su mítica novela Ulises, que cumple 100 años en este 2022, es una mujer que nació y ha pasado los años de su niñez en Gibraltar, su madre también fue española de origen sefardí. El Monólogo de Molly Bloom escrito por Joyce sin puntuación, dio idea a este flujo ininterrumpido, reflejo de un lenguaje cercano al delirio, cargado de imágenes, aromas y sonidos del pasado, sobre todo de sus tiempos felices en Gibraltar. Molly es una cantante de ópera en Dublin, de cierta fama, pero su vida está destrozada por perdida de su único hijo, Rudy, de 11 meses de edad. Los ecos sonoros procedentes de España, como taconeo de bailaores, castañuelas , se mezclan con este constante “ruido” de palabras que invaden la mente de Molly, incapaz de parar. Como instrumento clave uso una caja de madera con separaciones por compartimentos de varios tipos de madera, haciendo sonar diferente a cada pieza interviniendo esta instalación de madera con los objetos.
Unas palabras sobre la melodía que suena como una metáfora de la memoria del pasado; infancia y juventud de Molly:
Verdi acude a las resonancias de la música española en varias de sus óperas. Pide a un amigo suyo, entendido en el tema Francesco de Piave, el cual le proporcionó alguna vez música folklórica española para su inspiración. Entre otras melodías se encontraría “Adios querida”, cantiga muy antigua, exquisitamente triste de sonoridad y letra. Así de nuevo nos sumergimos en la memoria y sale a la luz una melodía española que tendría más de 500 años de historia. De este modo tanto vale “Addio del passato”, aria de Traviatta de Verdi, como la vieja canción española, que coinciden totalmente nota por nota, para hacer “cantar con la voz rota” por la tragedia a Molly, en esta ocasión trasladada a sonidos de flauta.
Final del monólogo : “… yo era una flor de la montaña si cuando me ponía la rosa en el pelo como las andaluzas ….Si “
(texto: Alla Yanovsky)
Sis temes a la memòria
Sis temes a la memòria es una construcción que interpreté el 9 de Julio de 2009 en NauCôclea para rendir homenaje al desaparecido artista conceptual barcelonés Jordi Benito, gran amante de la música. Nunca más presenté ese trabajo en público. Contiene seis piezas. La primera es 'In a Silent Way', de Joe Zawinul, tema del que existen muchísimas versiones. En este caso, la técnica guitarrística recuerda algunas figuras de sabor flamenco. Sigue una pieza conocida como el 'Epitafio de Seikilos', anónima, probablemente del sigo II a C, considerada como la música más antigua que nos ha llegado completa. En ese momento, la expresión melódica de las dos versiones distintas que discurren paralelamente se ve reforzada por efectos sutiles de percusión ejecutados por Alla Yanovsky así como por materiales de naturaleza algorítmico-electrónica articulados en la proximidad melódico-tonal de las últimas notas de los fraseos. Ese fragmento da paso al siguiente tema, en la misma tonalidad y del que desgraciadamente no recuerdo el nombre. Se trata de una de las primeras melodías del compositor e improvisador catalán Joan Saura. Nunca la he visto escrita, pero siempre la he interpretado igual. Estoy casi seguro que mi versión coincide bastante con la que una única vez escuché de Paco Pi al violoncelo, a mediados de los años 70, en un concierto del grupo Rambla, en la sala Zeleste de la Calle Argenteria. Tras ella, que se desarrolla en el registro más grave de la guitarra, se presenta súbitamente y en el registro agudo un viejo tema mío al que nunca puse nombre y que, junto al fraseo siempre evocador de la flauta de Alla Yanovsky, que se construye de retazos melódicos de los materiales iniciales, abre paso hacia una larga secuencia de acordes arpegiados sobre los que la flauta continúa planeando en la nostalgia. Es lo que considero el quinto tema en cuestión, al final del cual, con el fraseo de fondo de la flauta, se repite nuevamente aquella pieza sin nombre, ahora como puente hacia la versión de Naima, de John Coltrane, con la que concluye este tránsito por la memoria de quien en otro tiempo fui.
(Texto: Josep Manuel Berenguer)
Molloy - AHORA
Resulta difícil entender o aplicar alguna lógica a los recuerdos de Mollloy de Samuel Beckett, están borrosos, desfragmentados. Su cordura corre peligro y en su sensación espacio- temporal se mezclan pasado y presente, no está seguro de nada, confundido. La escritura “ experimental “ de Beckett me guía en el manejo experimental de los sonidos, producidos por los objetos, instrumentos de invención propia que hacen girar a los platillos finos turcos hand made y flauta que uso en esta pieza a modo de máquina de escribir. La desfragmentación de los recuerdos se convierte en un zumbido, la memoria de Molloy esta desenfocada, sus pensamientos son ruidos . El proceso de sonido de Josep Manuel Berenguer refuerza y aporta una atmosfera apropiada , casi onírica, a lo que nos proponemos expresar. Lo particular de este personaje es que tiene muy poco movimiento. Gilles Deleuze hablaba de un “devenir piedra” en relación con Molloy, ya que este no sabía ni dónde está, ni para qué, y además, no se movía. “La única manera de avanzar es detenerse “ ( Molloy, Beckett ) Vinculo entre el sonido y la catástrofe emocional, tanto como su imbricación con la sensación, son evidentes en la obra de Beckett, están trasladados a la idea de esta pieza. La aporía contemporánea del personaje de Molloy nos lleva a pensar que no es tan alejado de nuestros tiempos, de la inseguridad del territorio en la sociedad actual.
Los ruidos, el sonido que antecede a las palabras, resuenan en la cabeza de Molloy como zumbidos persistentes. Para Beckett es evidente que “traer el silencio es el papel de los objetos”. ( Molloy, Beckett ) Por un lado, el silencio es más importante que el habla, por el otro, el mundo de Molloy está lleno de sonidos como susurros, bocinas de bicicleta (que al dejar de usar la bicicleta se ha quedado muda), aullido de un perro, su propio grito imaginario. “Siempre digo demasiado o demasiado poco…” (Molloy, Samuel Beckett ) , esta característica del personaje me lleva a los bruscos cambios de velocidades en este relato sonoro y un manejo del ritmo acorde con esta idea. Muchos pensamientos de Molloy están envueltos en silencio, “no podemos darle nombre a eso… eso es silencio, es todo “ ( George Bataille , Silencio de Molloy ). Otros gritan o se convierten en llanto. Por supuesto la soledad ocupa casi todo. Un personaje complejo, solitario, atormentado. Beckett utiliza adjetivos como miserable, agotado, apático… Es el signo de nuestros tiempos. Es un personaje atemporal, un personaje actual, Molloy de “ Ahora “